Ayer sin duda fue uno de los días más tristes de los ultimos meses o quizas años, los recuerdos, el sentirse vacío, arrepentido y con ganas de devolver el tiempo azotaron con fuerza a mi persona, a mi mente y la paz que siempre conservo, no entró en escena, no ayer.
Hoy es un nuevo día, el sol volvió a salir y me siento muy bien, siempre he sido una persona que no dura mucho con los problemas que se le vienen, me gusta resolver y seguir caminando, probablemente el llanto, la meditación y sobretodo el ánimo y apoyo de mis amigos fue lo que me sacó de una pasajera pero intensa depresión.
Amanecí sintiendo paz, sintiéndome tranquilo y sabiendo que mi papá también lo está, todos pensando lo bien que la pasa Eva, reuniéndose con viejos amigos, con el amor de su vida que se le adelantó y cómo tenemos un angelote vigilándonos desde arriba. Comprender que la vida está caminando, y los descansos no existen para la gente que sueña con cosas grandes, levantas la cara, te secas las lágrimas y caminas. Si me preguntan cómo estoy... Estoy bien, logré sacar lo bueno de lo malo, hoy soy más fuerte que ayer, veo algunas cosas de distinta forma. Dicen que lo que hoy eres, es el resultado de lo que te pasó ayer y un simple paso más de lo que serás mañana.
Me gusta lo que soy hoy... Agradezco lo que me pasó ayer... Trabajo para lo que viene mañana.
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